Se suele recomendar quemar la ropa de un familiar fallecido. Según ellos, estas prendas no aportarán alegría y felicidad a la persona que quiera conservarlas.
Pero quien decide llevar las pertenencias de un difunto, puede esperar grandes problemas: desde peleas familiares hasta problemas en el trabajo y en las relaciones con amigos y compañeros. Por lo tanto, no debe llevar la ropa del difunto, aunque le guste mucho.
¿Es posible llevar joyas de un difunto?
¿Y las joyas de la familia? Al fin y al cabo, pasan de generación en generación después de que un miembro de la familia fallezca a otra viva.
Para que las joyas traigan felicidad al nuevo propietario, hay que «limpiarlas». El agua bendita o pura de manantial ayudará a ello, así como las oraciones especiales que se lean sobre estas joyas.
¿Y qué hacer con los zapatos de un difunto? ¿Es posible llevarlos, y si no, por qué no?
La razón para rechazar los zapatos de su pariente fallecido es que el cuero es un conducto para muchas enfermedades infecciosas.
Por lo tanto, a menos que la persona haya muerto de alguna terrible enfermedad vírica -por ejemplo, si murió en un accidente o fue asesinado-, la prohibición de llevar sus zapatos no debería aplicarse.
Otros sostienen que los zapatos del armario del difunto no deben ser usados por personas vivas. También es necesario deshacerse de ellos, pues ya contienen la energía del difunto, lo que significa que sólo traerán desgracias a las personas vivas